¿Vivir aprendiendo o aprender viviendo?
No rechacemos los desafíos diarios, no alejemos el sacrificio y el dolor, ya que ellos están allí para enseñarnos. En lugar de lamentarnos por las cosas que nos suceden, preguntémonos: ¿Cuál es la lección que debo aprender? ¿Por qué me está pasando esto en este preciso momento? ¿Cómo puedo aprovechar al máximo esta experiencia?
Lo peor que podemos hacer es rechazar nuestras vivencias porque nos sean incómodas. Por el contrario, luchemos a favor de ellas, no en su contra. Aprendamos a ver el lado positivo de las cosas, y nunca digamos «¡no me lo merezco!», porque esta actitud nos cierra e impide aprender.
El mayor problema ante la adversidad es cerrarnos en nosotros mismos y en nuestro sufrimiento porque, rechazando las oportunidades de cambio y mejoramiento, nos será muy difícil aprender. Es lo que le sucedió a Alfred Souza. Siempre decía con persistencia que la vida estaba a punto de comenzar para él, la vida de verdad; pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar… Entonces la vida comenzaría. Hasta que se dio cuenta finalmente de que esos obstáculos eran precisamente su vida.
Lo más interesante de todas las experiencias vividas es descubrir, finalmente, que a este mundo no venimos a sufrir ni a castigarnos, sino simplemente a educarnos, formarnos y aprender de las experiencias. Porque en definitiva todos tenemos una misión y un objetivo en la vida, pero de nosotros depende descifrar cuál es.
Allí donde tropieces estará tu tesoro.
JOSEPH CAMPBELL
El Líder Interior
Alfredo Diez
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