Se nos olvidó dar las gracias
Por lacasatoya
Haber nacido es un regalo, seguir vivo es un regalo. Aunque creamos tener derecho a la comida y a una cama caliente, porque nos lo trabajamos o porque no los merecemos, también es un regalo. No tenemos control sobre nuestro destino.
En la vida nos puede ir bien o nos puede ir no tan bien pero el hecho de poder vivirla es un gran regalo.
De pequeños, muchos de nosotros, dábamos las gracias antes de comer porque nuestros padres así lo hacían, dábamos las gracias antes de dormir porque nos enseñaron que así nuestro ángel de la guarda nos protegería y nos querría.
A cuántos de nuestros descendientes les enseñamos a dar las gracias?… No es necesario seguir ninguna religión para hacerlo. Estamos vivos y tenemos la oportunidad día a día, hora a hora, minuto a minuto de disfrutar de este increible planeta «único» en el universo en el que podemos tener miles de experiencias, de sensaciones, de emociones. Tenemos la oportunidad de disfrutar, de aprender, de amar…
Hay varios momentos cada día que son principios para ser agradecidos. El mismo instante en que nos despertamos es sumamente propicio para agradecer que tengamos otra oportunidad más para intentar conducir el futuro con nuestro libre albedrío. Cada vez que vamos a comer algo, no sólo en las comidas principales sino en cualquier ingestión de comida, o de la misma agua, seria maravilloso acordarnos de agradecer poder alimentarnos como queremos.
El agradecimiento es como una bendición que se impregna en los alimentos y se aumenta su vibración. Estos alimentos pasarán a formar parte de nosotros, -somos lo que comemos- esa energía en forma de verduras, de frutas o de cereales se convertirán en nuestros músculos, en nuestro corazón y en nuestro cerebro. Cuanto más amor y agradecimiento concedamos a todo lo que nos nutre, más luz y más poder tendrán cuando se conviertan en nuestras propias células, en nuestro propio oxígeno, en nuestra propia sangre.
A la hora de dormir, cuando solemos hacer un pequeño balance de las experiencias vividas, es un momento especialmente señalado para agradecer a la vida, al cosmos, a la divinidad, todas las oportunidades que nos brindan en nuestro camino de crecimiento personal. Ya tendremos tiempo de descansar cuando dejemos este mundo, ahora lo que toca es superar las dificultades, salir de la depresión, desafiar a la vida y llevamos ese regalo en forma de experiencias vividas que nunca jamás nos podrá nadie arrebatar, por los siglos de los siglos y que formarán parte de nosotros impregnadas en nuestros cuerpos sutiles, para siempre.
Puedes probar a ser agradecido o agradecida un poquito más, no te costará nada. Si todos hiciéramos lo mismo la vida no sería igual, las cosas cambiarían de color, las sonrisas se contagiarían y el mundo cambiaría su vibración. Gracias
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